"Herfelio y el génesis del mundo" (2013)
Este es un cuento que hice en 4° año con la profesora Rocío del Gesso para un trabajo práctico y al final me gustó como quedó y lo presenté en un concurso intercolegial y quedé segunda de mi colegio ♥ :D no lo podía creer!. Siempre me voy acordar de esa profesora, fue la mejor profesora del Ameghino para mí, me da mucha pena que se fue a vivir a Madariaga porque era la única profesora exigente, culta y que me inspiraba y me daba consignas para hacer cuentos. Gracias a ella, me inspiré otra vez para escribir.
Solo había un gran árbol muy
peculiar en el centro de un prado de orquídeas que hacía muy poco tiempo había
creado la diosa de la felicidad, Lorelea. En las afueras de ese hermoso y
pacífico lugar se encontraban sombríos montes. Ese sitio era frío y lleno de
secretos y misterios.
Herfelio era el hermano mayor de
Arbelio. A diferencia de su hermano, su corazón irradiaba amor, compasión y
sabiduría, mientras que el de Arbelio sólo ambición y vanidad.
Existía una antigua profecía que
afirmaba que ya era tiempo de crear vidas inteligentes en el mundo y por ende, los hermanos comenzaron a idear planes.
La profecía decía que habría
criaturas extrañamente semejantes en apariencia a los poderosos dioses y cuando
alguien lograra encontrar la flor más hermosa aterciopelada en lo alto del gran
árbol sagrado, surgiría algo que libraría a su buscador de un terrible y vil
mal, pero aún no se sabía qué sería.
Un día, al caer la corteza del
árbol más antiguo del valle misterioso, Arbelio decidió que ésta se convirtiera
en una nueva criatura inteligente, fuerte y capaz de reconocer a los dioses. De
este modo, la corteza frágil y vieja del árbol se convirtió en el primer
hombre.
Arbelio, contento con su
creación, lo llamó Polifeo pero al cabo de unos días, su hermano notó que
Polifeo era muy semejante a su creador, vil y lleno de ira y vanidad en su
corazón. Por esta razón, dio origen a otro hombre pero nacido de las fuertes
raíces del gran árbol sagrado del prado de orquídeas, llamado Euseo.
Afortunadamente, Herfelio consiguió lo que buscaba. Euseo era un hombre
verdaderamente compasivo, tesonero y formidable.
Al día siguiente, ambos dioses
les informaron de la profecía y les dijeron que ya era tiempo que busquen la
flor en lo alto del gran árbol. Entonces, Polifeo y Euseo comenzaron a trepar
el gigantesco árbol que media más de cien metros.
Ya estaban a punto de llegar a la mitad y
Polifeo vio una flor que le pareció hermosísima y aunque sabía que no era la
que tenía que conseguir, la agarró de todos modos por pereza y su vanidad le
hizo pensar que engañaría a los dioses y así no haría tanto esfuerzo. Entonces,
la flor comenzó a convertirse en una horrible mujer malvada y vanidosa, vil
reflejo de sí mismo y de sus acciones.
-No todo lo que
brilla es oro – Afirmó la horrible mujer. – Ahora por tu culpa y sólo por tu
culpa me acompañarás a los confines del inframundo hasta que la dulce muerte
nos separe. – dijo desatando una maniática carcajada.
Euseo siguió trepando el árbol,
nunca se rindió a pesar de estar fatigado y sediento. Siguió y siguió hasta que
finalmente encontró una flor lila, la primera mujer del mundo, a la cual
Herfelio decidió llamar Lilinea. La hermosa mujer inmediatamente le disparó a
Euseo con las metafóricas flechas del amor. Descendieron del árbol y luego,
caminaron juntos por el prado y gozaron de una vida de simples mortales.
Desde ese momento, supieron que
sus vidas serían maravillosas, ya que se encontraban en un fantástico paraíso y
con un amor que sería inmortal, inquebrantable, un amor que traspasaría las
barreras de la muerte.
Catlion (Daniela) ♥
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