lunes, 10 de febrero de 2014

Mito: "Herfelio y el génesis del mundo" - Daniela Sgró.♥

"Herfelio y el génesis del mundo" (2013)


Este es un cuento que hice en 4° año con la profesora Rocío del Gesso para un trabajo práctico y al final me gustó como quedó y lo presenté en un concurso intercolegial y quedé segunda de mi colegio ♥ :D no lo podía creer!. Siempre me voy acordar de esa profesora, fue la mejor profesora del Ameghino para mí, me da mucha pena que se fue a vivir a Madariaga porque era la única profesora exigente, culta y que me inspiraba y me daba consignas para hacer cuentos. Gracias a ella, me inspiré otra vez para escribir. 



En aquel entonces, la Tierra se encontraba completamente despoblada y prácticamente desolada.
               Solo había un gran árbol muy peculiar en el centro de un prado de orquídeas que hacía muy poco tiempo había creado la diosa de la felicidad, Lorelea. En las afueras de ese hermoso y pacífico lugar se encontraban sombríos montes. Ese sitio era frío y lleno de secretos y misterios.
               Herfelio era el hermano mayor de Arbelio. A diferencia de su hermano, su corazón irradiaba amor, compasión y sabiduría, mientras que el de Arbelio sólo ambición y vanidad.
               Existía una antigua profecía que afirmaba que ya era tiempo de crear vidas inteligentes en el mundo y por  ende, los hermanos comenzaron a idear planes.
               La profecía decía que habría criaturas extrañamente semejantes en apariencia a los poderosos dioses y cuando alguien lograra encontrar la flor más hermosa aterciopelada en lo alto del gran árbol sagrado, surgiría algo que libraría a su buscador de un terrible y vil mal, pero aún no se sabía qué sería.
               Un día, al caer la corteza del árbol más antiguo del valle misterioso, Arbelio decidió que ésta se convirtiera en una nueva criatura inteligente, fuerte y capaz de reconocer a los dioses. De este modo, la corteza frágil y vieja del árbol se convirtió en el primer hombre.
               Arbelio, contento con su creación, lo llamó Polifeo pero al cabo de unos días, su hermano notó que Polifeo era muy semejante a su creador, vil y lleno de ira y vanidad en su corazón. Por esta razón, dio origen a otro hombre pero nacido de las fuertes raíces del gran árbol sagrado del prado de orquídeas, llamado Euseo. Afortunadamente, Herfelio consiguió lo que buscaba. Euseo era un hombre verdaderamente compasivo, tesonero y formidable.
               Al día siguiente, ambos dioses les informaron de la profecía y les dijeron que ya era tiempo que busquen la flor en lo alto del gran árbol. Entonces, Polifeo y Euseo comenzaron a trepar el gigantesco árbol que media más de cien metros.
               Ya  estaban a punto de llegar a la mitad y Polifeo vio una flor que le pareció hermosísima y aunque sabía que no era la que tenía que conseguir, la agarró de todos modos por pereza y su vanidad le hizo pensar que engañaría a los dioses y así no haría tanto esfuerzo. Entonces, la flor comenzó a convertirse en una horrible mujer malvada y vanidosa, vil reflejo de sí mismo y de sus acciones.
-No todo lo que brilla es oro – Afirmó la horrible mujer. – Ahora por tu culpa y sólo por tu culpa me acompañarás a los confines del inframundo hasta que la dulce muerte nos separe. – dijo desatando una maniática carcajada.
               Euseo siguió trepando el árbol, nunca se rindió a pesar de estar fatigado y sediento. Siguió y siguió hasta que finalmente encontró una flor lila, la primera mujer del mundo, a la cual Herfelio decidió llamar Lilinea. La hermosa mujer inmediatamente le disparó a Euseo con las metafóricas flechas del amor. Descendieron del árbol y luego, caminaron juntos por el prado y gozaron de una vida de simples mortales.

               Desde ese momento, supieron que sus vidas serían maravillosas, ya que se encontraban en un fantástico paraíso y con un amor que sería inmortal, inquebrantable, un amor que traspasaría las barreras de la muerte.

Catlion (Daniela) ♥

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